“Las bajas coberturas de vacunación generan reemergencia de enfermedades que estaban controladas”

(CNN Radio Argentina) -- La médica infectóloga pediatra y especialista en Salud Pública Alejandra Gaiano expresó su profunda preocupación por el crecimiento de los grupos antivacunas y por el impacto que las bajas coberturas están teniendo en la reaparición de enfermedades que en Argentina estaban controladas. “Estamos muy preocupados”, advirtió, al señalar que “las coberturas de vacunas no son las adecuadas” y que deberían alcanzar al 95% de la población por grupo etario.

Gaiano explicó que la situación no se debe únicamente a movimientos antivacunas, aunque reconoció que “antes eran muy chicos en Argentina y ahora vemos que son movimientos con mucho más poder, que hicieron un evento bochornoso en el Congreso y que generan desconfianza en la población”. A esto se suman amenazas: “Son grupos violentos porque nos amenazan por privado y por redes”.

La especialista remarcó que la baja vacunación también se vincula con dificultades de acceso en los sectores más postergados. Señaló que hay familias que “trabajan largas horas”, mujeres que “crían 10 o 14 hijos a la vez”, vacunatorios con horarios reducidos y personas que viven lejos de los centros de salud. “Todo esto abona a las bajas coberturas”, explicó. Aunque valoró el trabajo de los programas de inmunización, sostuvo que “hay poblaciones que todavía tienen dificultades para vacunarse, sobre todo los más pequeños”.

Gaiano alertó que las consecuencias ya son visibles: “Estamos teniendo reemergencia de enfermedades que estaban controladas”. Mencionó el brote de coqueluche con “siete fallecidos”, casos de hepatitis A y riesgo concreto de sarampión y poliomielitis. “Hay gente que nunca vio sarampión, ni siquiera algunos médicos”, señaló. Y agregó: “Las vacunas son víctimas de su propio éxito. Como no vemos las enfermedades, la gente piensa que no existen”.

La infectóloga también apuntó al retroceso en la confianza social en la ciencia: “En algunos grupos prima el pensamiento mágico por sobre el pensamiento científico. Es increíble que estemos debatiendo la seguridad de las vacunas cuando tienen una evidencia científica abrumadora”. Recordó que en Argentina existe “todo un proceso de aprobación, recomendación y vigilancia que asegura la calidad y eficacia” de las inmunizaciones.

Respecto del rol de la escuela y la transmisión del conocimiento, Gaiano sostuvo que la educación formal tiene un papel crucial. “Hay material específico para jardín, primaria y secundaria. Es clave no bajar la guardia y remarcar lo que pasaba antes de las vacunas y lo que sucede ahora”. Sin embargo, evitó responsabilizar a las familias: “Muchas hacen lo que pueden; sobreviven. No culparía a la familia”.

Gaiano describió escenas que vuelven a aparecer en hospitales y que para muchos médicos jóvenes son desconocidas: “He atendido niños a punto de claudicar respiratoriamente por sarampión. Bolseábamos a seis niños a la vez en terapia intensiva y muchos fallecieron”. Del mismo modo, recordó que la meningitis bacteriana, antes frecuente, “estaba controlada gracias a las vacunas”, pero hoy muestra señales de reemergencia.

La especialista insistió en que el desafío es colectivo y urgente: “Como sociedad necesitamos hacer algo ya”. La prevalencia de discursos falsos, la circulación de noticias sin evidencia y el poder creciente de grupos organizados generan un escenario de riesgo. “Todo lo que hemos construido con nuestro calendario ejemplar se está desarmando”, lamentó.

Finalmente, agradeció la difusión responsable de información sanitaria: “Nos va la salud de todos. Promover la vacunación es esencial para evitar que vuelvan enfermedades que ya no deberían existir”.